Burocracia kafkiana

Para obtener el carnet de identidad de extranjero en Bolivia hemos tenido que lidiar con insólitos obstáculos, una verdadera burocracia kafkiana.

Entramos al país con un visado especial para un mes, un requisito caro e incomprensible por varios motivos. En primer lugar porque como turista puedes estar hasta tres meses sin pagar pero, si hubiéramos entrado como turistas no podríamos luego solicitar el visado que necesitábamos para alargar nuestra estancia. Pero además resultó que toda la documentación presentada en el consulado para obtener dicho visado temporal fue como si no existiera pues nos la volvieron a solicitar de nuevo para otros trámites. El problema era que en ese mes teníamos que conseguir el dichoso carnet o sino deberíamos pagar una multa por cada día adicional. La creatividad de los impedimentos que ponen para prolongar la agonía no tiene límites pero no pudieron con nosotros. He de decir que nos ahorramos algunos pasos y tiempo gracias al esfuerzo inicial que hicimos en España antes de partir (al que dediqué un post).

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Antes del viaje buceamos por la web en busca de los requerimientos y pasos a seguir. El primer obstáculo fue encontrar el visado que encajaba más para nuestro caso. No existe un visado específico para voluntariado y eso complicó todo el proceso. Comparamos los requisitos para el visado en varias webs oficiales pero nos encontramos contradicciones entre ellas y era muy frustrante. Tratamos de clarificar nuestras dudas por email pero resultaba inútil, pues en muchos casos las respuestas difieren según el remitente. Esto sólo iba a ser un aperitivo de lo que nos esperaba.

La primera de las contradicciones con la que nos enfrentamos fue la presentación de documentos en el consulado para la solicitud del visado temporal. En primer lugar nos dijeron que debíamos esperar a la última semana antes de viajar para hacer entrega de los documentos y que los 30 días de vigencia del visado comenzaban a contar en ese momento. Preocupados y dada la complejidad de los requisitos que nos solicitaban realizamos varias visitas al consultado para confirmar que teníamos todo en orden. Hasta que, creo que fue en la segunda visita, descubrimos que podíamos iniciar los trámites en cualquier momento y que los 30 días contarían a partir de la entrada al país.

Este pequeño susto nos hizo estar más alerta.

Continuará …

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